En Defensa de Trump 2: Falta de Inversión en Armamento por Miembros de la OTAN

La falta de inversión en defensa por parte de algunos miembros de la OTAN es un problema que ha sido acentuado por la falta de diplomacia y cautela de Donald Trump. Durante más de 60 años, los países de la OTAN han recibido solicitudes diplomáticas para que contribuyan más a la defensa de sus propios territorios. Tras la invasión de Ucrania por parte de Putin y la amenaza de Trump de no apoyar la defensa de Europa, los miembros de la OTAN, con excepciones como España, han decidido incrementar su inversión en defensa hasta un 5%. Aunque Europa necesitaba tomar esta decisión por su propio beneficio, existía una resistencia histórica a invertir en su defensa. Señalo esto como un primer punto en mi análisis, buscando ser objetivo. No hay mejor solución a este problema: la medida es adecuada y Trump no tuvo que retractarse. Como en todas mis notas, quiero recordarles que en el Perú la mejor manera de invertir parte de sus ahorros es usar ETF’s listados en la bolsa de Lima porque comparados con todos los fondos que ofrecen los bancos, los ETF’s ofrecen cinco grandes ventajas: 1) Liquidez: por cualquier motivo Uds. recuperan su dinero en dos días, no en varios años; 2) Costos de hasta 2% menores al año; 3) mayores rendimientos; 4) menores riesgos; y 5) menores impuestos.

La historia de los presidentes estadounidenses denunciando la falta de inversión en defensa por parte de los países europeos es un tema recurrente que se ha intensificado desde el final de la Guerra Fría, especialmente después de la invasión de Ucrania. A continuación, presento un resumen de algunos momentos clave en este contexto:

Contexto Histórico

A) Guerra Fría (1947-1991): Durante este periodo, Estados Unidos y Europa, bajo la OTAN, mantuvieron una sólida alianza contra la agresión soviética. Sin embargo, surgieron varias preocupaciones sobre la carga desigual en la defensa, ya que Estados Unidos gastaba significativamente más que la mayoría de los países europeos. En términos porcentuales del PIB, el gasto fue aproximadamente:

  •   Estados Unidos: 6-9% del PIB.
  •    Europa (países de la OTAN): 2-4% del PIB.

 En el mejor de los casos, los europeos gastaron un 2% menos que Estados Unidos en defensa, lo que generó tensiones entre ambos. La brecha llegó a ser de hasta un 4% del PIB, sin que los países europeos llegaran a gastar más que Estados Unidos en defensa. Este desbalance alimentó debates sobre la carga de la defensa durante la Guerra Fría.

B) Postguerra Fría: Tras la caída de la Unión Soviética en 1991, muchos países europeos recortaron sus ya bajos presupuestos de defensa, confiando en que Estados Unidos continuaría protegiéndolos. Esto sentó las bases para las quejas de los presidentes posteriores sobre la falta de inversión defensiva en Europa.

Momentos e Individuos Clave

A lo largo de la Guerra Fría y después del colapso soviético, varios presidentes estadounidenses han expresado su preocupación por la desigualdad en el gasto en defensa entre Estados Unidos y Europa. Estos presidentes aprovecharon momentos clave para repetir la presión. Ls únicas excepciones notable son los presidentes Ford y Carter. Algunos presidentes destacados y los eventos son:

  1. Dwight D. Eisenhower (1953-1961): Subrayó la necesidad de una mayor inversión defensiva por parte de los aliados europeos, enfatizando la responsabilidad compartida en la defensa común.
  2. John F. Kennedy (1961-1963): Criticó el bajo gasto europeo en defensa en comparación con Estados Unidos, resaltando la importancia de que los países europeos invirtieran más para hacer frente a la amenaza soviética en su viaje a Berlin.
  3. Richard Nixon (1969-1974): Se manifestó en contra de la carga económica que recaía en EE. UU. respecto a la defensa europea, especialmente durante la Guerra de Vietnam.
  4. Gerald Ford (1974-1977): También subrayó la necesidad de que los países europeos aumentaran sus gastos en defensa.
  5. Ronald Reagan (1981-1989): Fue un firme propulsor de que Europa incrementara su gasto en defensa frente al comunismo soviético, instando a los aliados a asumir mayor responsabilidad.
  6. George H.W. Bush (1989-1993): Durante el final de la Guerra Fría, destacó la importancia del gasto proporcional en defensa, especialmente durante la reunificación alemana.
  7. Bill Clinton (1993-2001): Instó a los aliados europeos a asumir más responsabilidad defensiva, especialmente en relación con las misiones en los Balcanes.
  8. George W. Bush (2001-2009): Tras los ataques del 11 de septiembre, enfatizó la necesidad de que los países europeos aumentaran sus esfuerzos en la lucha contra el terrorismo, especialmente en Afganistán.
  9. Barack Obama (2009-2017): Durante la cumbre de la OTAN en 2014, se acordó un objetivo de gastar al menos el 2% del PIB en defensa para 2024, aunque EE. UU. expresó preocupación por el incumplimiento de muchos aliados.
  10. Donald Trump (2017-2021): Hizo de la inversión en defensa uno de sus principales argumentos en contra de Europa, alegando que muchos países de la OTAN no contribuían adecuadamente. Presionó a sus aliados a aumentar sus presupuestos y destacó que solo un número reducido cumplía con el objetivo del 2% del PIB.
  11. Joe Biden (2021-2025): Mantuvo la presión sobre los aliados europeos para incrementar sus gastos en defensa, subrayando la importancia de la unidad transatlántica tras la agresión rusa y la invasión de Ucrania en 2022. Esta guerra ha revitalizado el debate sobre la autosuficiencia de los países europeos en su defensa.

Estos presidentes usaron eventos específicos para destacar la necesidad de que los países europeos aumenten su inversión en defensa, tanto para aliviar la carga sobre Estados Unidos como para asegurar una defensa colectiva efectiva ante las amenazas de la Unión Soviética y ahora Rusia. La crítica principal radica en que, al contribuir menos a su defensa, los países europeos dependen excesivamente del compromiso militar estadounidense, lo que genera tensiones en las relaciones transatlánticas.

Conclusión

A lo largo de los años, las quejas de los presidentes estadounidenses sobre los niveles de inversión en defensa de los países europeos reflejan las tensiones en la relación transatlántica y la búsqueda de un equilibrio en la carga de defensa. La presión para que Europa invierta más en seguridad y defensa responde no solo a preocupaciones estratégicas, sino también a un sentido de justicia y equidad en la alianza de la OTAN. El contexto geopolítico actual, incluida la agresión de Rusia, no deja duda de la necesidad de la inversión Europea en defensa, pero sin la presión de Trump, no hubiera sucedido.

En resumen, fue Trump quien, después de más de 60 años de quejas, logró que los países europeos invirtieran lo necesario en su propia defensa. Esto resultará beneficioso para todos los países involucrados. En este caso hasta las formas fueron necesarias.

Francisco A. Delgado, PhD

Lima 14 de julio 2025

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