La Maravillosa Cultura China

Una perspectiva sobre la importancia histórica y contemporánea

Introducción

China es el socio comercial más importante del Perú, y la relación bilateral requiere de un mutuo entendimiento profundo. Es crucial comprender bien la naturaleza de la cultura china, sus valores fundamentales, y sus extraordinarias contribuciones a la humanidad. El orgullo de los ciudadanos chinos por su cultura está profundamente justificado, pues representa una de las civilizaciones más antiguas, continuas e influyentes del mundo.

La negociación efectiva con el Gobierno de China requiere reconocer y respetar la profundidad de su patrimonio cultural, que ha moldeado no solo a Asia, sino que ha dejado una huella indeleble en la historia mundial.

La Continuidad Única de la Civilización China

La Cultura China se distingue de todas las demás civilizaciones por una característica extraordinaria: no tiene un punto de inicio histórico claro ni un mito de fundación definido. A diferencia de los Incas, que tienen a los Hermanos Ayar o Manco Cápac y Mama Ocllo, o los romanos con Rómulo y Remo, la historia china no comienza, sino que se restaura. El Emperador Amarillo (Xuanyuan Huangdi, 2704 a.e.c.) no fundó China, sino que la restauró a su gloria anterior, formando un ejército disciplinado y derrotando al emperador que había perdido el ‘Mandato de los Cielos’ por haber descuidado a su población. Este concepto de restauración, más que de creación, permea toda la historia china.

El Confucianismo como Restauración

De manera paralela, Confucio (aproximadamente 551-479 a.e.c.) no creó una nueva filosofía, sino que buscaba restaurar patrones antiguos de interacción social y familiar. Sus preceptos, basados en moralidad e interacción correcta en todas las esferas humanas, representaban un retorno a las virtudes de épocas anteriores. Como la mitología china, el confucianismo representa una restauración de lo que se consideraba un orden ideal previamente existente.

Continuidad de la Escritura a lo Largo de Milenios

Otra manifestación extraordinaria de esta continuidad es el sistema de escritura. Aunque ha experimentado modificaciones a lo largo de los siglos y existe una versión simplificada moderna, los ciudadanos educados del siglo XXI pueden entender la escritura del siglo II a.e.c. Esta capacidad de leer textos antiguos directamente, sin necesidad de traducción, es prácticamente única en el mundo y refuerza la conexión continua con la tradición.

El Sistema de Exámenes Civiles

Un mecanismo crucial que permitió mantener la continuidad cultural durante más de dos mil años fue el sistema de exámenes de admisión para funcionarios gubernamentales. Estos no eran exámenes técnicos, sino profundamente culturales. Los aspirantes debían demostrar maestría en los escritos de Confucio y sus discípulos, literatura clásica, poesía y caligrafía. Este sistema garantizaba que los administradores del estado tuvieran una conexión viva con la tradición, lo que resultó en la perpetuación de ‘la misma’ cultura durante milenios.

Innovaciones Tecnológicas Tempranas

Más allá de la continuidad cultural, China inventó docenas de tecnologías fundamentales, siglos o incluso milenios antes que Occidente. Estos logros demuestran una tradición de innovación, observación empírica y mejora continua:

Materiales y tecnología: Seda (4,000 a.e.c.), producción de té (2,700 a.e.c.), alcohol (1,600 a.e.c.), fundición de bronce (1,700 a.e.c.), fundición de hierro (1,000 a.e.c.), papel (105 e.c.), porcelana fina (600 e.c.), imprenta móvil (960 e.c.), pólvora (1000 e.c.), brújula (1,100 e.c.), reloj mecánico (725 e.c.). Cada uno de estos inventos revolucionó su respectivo ámbito tecnológico.

Medicina: China desarrolló la vacunación contra la viruela con una precisión notable, documentada en el libro Douzhen Xinfa escrito por Wan Quan en 1549. Occidente no adoptaría esta práctica vital hasta 1796, casi 250 años después.

La superioridad tecnológica de China se mantuvo hasta el siglo XIX, cuando la Revolución Industrial proporcionó a las naciones europeas la capacidad de dominio militar. Hasta ese momento, China había sido la potencia tecnológica y económica preeminente del mundo.

Más allá de estos inventos, China también demostró supremacía naval sin paralelo. Entre 1405 y 1433, el almirante Zheng He dirigió siete expediciones diplomáticas y comerciales que constituyeron el mayor esfuerzo naval jamás realizado en la historia pre-moderna. La primera expedición de Zheng He, que zarpó en otoño de 1405 desde el puerto de Nanjing, contaba con más de 300 barcos, incluidos 62 enormes barcos del tesoro (baochuan), transportando aproximadamente 27,000 marineros. Estos barcos del tesoro tenían alrededor de 120 metros de eslora y 50 metros de manga, siendo el doble de grandes que los buques europeos de la época. A modo de comparación, la famosa Armada Invencible de Felipe II de España, más de un siglo después en 1588, contaba con menos de 200 barcos. La flota de Zheng He visitó puertos en Vietnam, Sumatra, Java, Malaca, Sri Lanka, la India, el Golfo Pérsico, y alcanzó las costas de Somalia, Kenia, Arabia y otras regiones del Océano Índico, estableciendo relaciones diplomáticas con más de treinta territorios. Estos viajes demostraron el alcance global del poder naval y comercial chino, confirmando nuevamente la capacidad innovadora y organizativa de la civilización china en la era pre-moderna.

Innovaciones Económicas y Conceptuales

Más allá de los inventos materiales, China desarrolló conceptos económicos fundamentales que aparecerían en Occidente solo milenios después:

Papel moneda: Inventado alrededor del 900 e.c., revolucionó el comercio y la economía mucho antes de su adopción en Occidente.

Debate sobre el rol del Estado: Después de la muerte del Emperador Wu (140-87 a.e.c.), quien había instaurado monopolios de sal y hierro alterando el sistema de libre mercado, su sucesor el Emperador Han organizó debates públicos sobre si era preferible que el Estado mantuviera control sobre ciertos sectores o si debería revertirse al mercado libre. La decisión fue favorecer el mercado libre. Esto ocurrió 1800 años antes del nacimiento de Adam Smith, quien es tradicionalmente acreditado con la teoría moderna del libre mercado.

La novela histórica: China inventó este género literario en el siglo XIV. La novela ‘Romance de los Tres Reinos’ cuenta las interacciones de aproximadamente 1,000 personajes históricos durante un siglo completo, basándose en la vida de señores feudales y sus criados, creando así el precedente del género.

Influencia Cultural Más Allá de Asia

El impacto de la cultura china no se limitó a China. Durante siglos, fue el faro civilizacional de Asia, influyendo profundamente en Japón, Vietnam, Corea y otros territorios. El sistema administrativo, los valores confucianos, la escritura y la estética artística se propagaron y adaptaron en toda la región.

La filosofía china también ha influido en pensadores occidentales modernos, desde los Ilustrados del siglo XVIII hasta los filósofos contemporáneos. Conceptos como el balance del yin-yang, la armonía con la naturaleza y la visión holística del mundo han enriquecido el pensamiento occidental.

El Crecimiento Económico Contemporáneo

El extraordinario crecimiento económico de China en los últimos treinta años no es accidental. Es la manifestación contemporánea de características profundamente enraizadas en su civilización: valoración de la educación, espíritu emprendedor, énfasis en la mejora continua y capacidad innovadora. Cuando el pueblo chino ha operado con libertad relativa para perseguir objetivos económicos, ha logrado resultados notables.

Conclusión

La cultura china representa un fenómeno histórico sin paralelo: una civilización con más de cinco mil años de continuidad documentada, que ha restaurado constantemente su gloria a través de épocas, ha generado innovaciones tecnológicas y conceptuales que han moldeado el mundo, y que posee un sistema de valores transmitido de generación en generación que enfatiza la excelencia, la moralidad y la mejora. El partido comunista chino (PCCH) ha sido siempre un freno a la cultura e innovación china. En los inicios del PCCH, uno de sus objetivos fue desaparecer la cultura china; si, Mao pretendió borrar cinco mil años de cultura china.

Para el Perú y para el mundo, comprender y respetar esta herencia es fundamental. En el contexto de las relaciones bilaterales, reconocer la profundidad y el valor de la civilización china es la base para una negociación efectiva y una asociación mutuamente beneficiosa. La cultura china, con toda su riqueza histórica, sigue siendo una fuerza vital en la política, economía y diplomacia mundial contemporánea.

Lima, 31 de octubre 2025,
Francisco A. Delgado, PhD

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