Palestina: Raíces y Evolución del Conflicto

El conflicto en Palestina tiene un trasfondo histórico muy complejo, pero su forma actual comenzó con la creación del Estado de Israel en 1948.

Durante siglos, los judíos sufrieron antisemitismo en Europa, que alcanzó su punto máximo en la Segunda Guerra Mundial. Tras el Holocausto, muchos países occidentales apoyaron la idea de darles un Estado propio. El lugar elegido fue Palestina, entonces habitada mayoritariamente por árabes musulmanes. En 1917, los judíos representaban solo el 5% de la población y poseían apenas el 5% del territorio.

La Declaración Balfour y después la ONU propusieron dividir Palestina en dos Estados: uno judío e Israelí y otro palestino. Sin embargo, la división otorgaba casi la mitad del territorio a Israel, lo que generó rechazo árabe. Los países musulmanes vecinos y más tarde Irán se opusieron, mientras que Estados Unidos y Europa apoyaron a Israel. La repartición de palestina al 50% con los judíos que representaban solo 5% de la población y con solo 5% del territorio en 1917 generó el conflicto actual.

Desde entonces, los enfrentamientos no han cesado. Israel, con el respaldo económico y militar de Occidente, ha ido ocupando más territorio palestino. Paralelamente, grupos armados palestinos —como la OLP y Hamás—, financiados en gran parte por Irán, han respondido con terrorismo contra Israel y también contra intereses occidentales.

El conflicto no es solo político, sino también religioso. Palestina se encuentra en un lugar estratégico y es tierra sagrada para las tres religiones abrahámicas: judaísmo, cristianismo e islam. El problema no está en las religiones mismas, sino en las instituciones (iglesias, sinagogas, mezquitas) y en cómo los seres humanos interpretan y defienden sus creencias.

Hoy, la creación de un Estado palestino es cada vez más difícil porque el territorio que le correspondería está fragmentado por invasiones israelíes. Mientras tanto, Israel se ha convertido en un país desarrollado y con fuerte respaldo internacional, mientras que los palestinos enfrentan desplazamiento, pobreza y falta de representación política efectiva.

En conclusión, la raíz del conflicto está en la división territorial de 1948, amplificada por factores históricos, religiosos y geopolíticos. Su solución parece lejana, y lo más probable es que Israel termine controlando todo el territorio. Resulta muy difícil concluir que le división de Palestina en casi 50/50 cuando los judíos solo tenían 5% del territorio y eran solo 5% de la población en 1917 cuando Balfour emitió su opinión.

Lima, 25 de setiembre de 2025
Francisco A. Delgado, PhD

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